larepública.es, 2/11/2011
Diego López Garrido, Secretario de Estado de España para la Unión Europea, ha afirmado hoy, en relación al referéndum anunciado por el gobierno griego sobre el plan de “rescate” europeo, que este tipo de convocatorias o plebiscitos
deben restringirse a motivos “de largo alcance”, como “reformas constitucionales”. Pero cuando le han preguntado por qué entonces no se hizo en España, para que la población mayor de edad pudiera decidir sobre la reciente reforma constitucional realizada en nuestro país por acuerdo del PSOE y del PP, el secretario de Estado dice que no hubo una petición por parte de una cantidad mínima de diputados. Es decir que los representantes deciden si sus representados pueden opinar o no.
Lo que ha quedado patente hoy, con las desafortunadas manifestaciones de López Garrido y las de gobernantes como Angela Merkel, es algo que no deja lugar a dudas: el hasta ahora denominado oficialmente como “déficit democrático” en la Unión Europea, se ha convertido en una evidente ausencia de libertad y pluralismo en el seno de la Unión. La llamada “dictadura de los mercados” se va afianzando de forma progresiva, y ahora, además, sin ningún disimulo. O la ciudadanía europea se moviliza masivamente para luchar por un sistema de democracia participativa, o el autoritarismo seguirá creciendo, alimentándose para ello de los restos del “Estado de bienestar” y de los pocos derechos laborales y sociales que aún están vigentes en la “Europa de los 27″.